sábado, 3 de noviembre de 2012

Una semana de contrastes

Yo no sé si esta isla se merece el nombre de Paraíso o no, pero desde luego aquí, cada día te da para escribir un libro. Esta ha sido la semana de los contrastes. Una semana en la que, por un lado, he sido testigo de esos mágicos acontecimiento naturales que puedes ver  una vez en la vida si tienes suerte, y por otro, cosas que dan tanto miedo que no crees que estén pasando de verdad. Y os reíais porque tengo un machete y un puñal. Lo llego a saber y me traigo la guadaña también.
Se acercan las lluvias...cuando empiece a caer no va a parar...y ya sobre las 8 de la tarde empieza a llorar el cielo con una intensidad que por muy gallega que me considere...así...yo no he visto llover en mi vida hasta ahora. Y lo hace durante toda la noche, lo justo para que a las seis nos pongamos en pié camino de nuestra selva. A parte de empezar a vivir la selva en "toda su humedad" la semana empezó normal. El martes, estaba perdida entre palmera y palmera, buscando mis diminutas florecillas, cuando de repente se puso delante de mi nariz, a no más de 5 centímetros, la polilla más grande y preciosísima que yo he visto en mi vida, y no sólo no se asustó ni se fue a algún sitio, sino que se quedó alli tan pancha y empezó a poner huevos!! los que sabéis de mi pasión por las origas...os podréis imaginar qué bonito momento fue ver eso tan de cerca. 
El miércoles ya empezó siendo algo triste, o al menos a mi estas cosas me ponen triste. Quedamos con todo el equipo y ya de camino al campo el jefe nos empezó a contar, preocupado y curioso a la vez, que en uno de los lugares en los que trabajamos había aparecido un hombre ahorcado. Suicidio dice la policia...ajuste de cuentas dicen los vecinos. A mi me vino a la cabeza nuestro querido vecino saltando dentro de nuestro balcón, porque sí, que sepais que el hombre-cuchillo-en-mano es vecino y ya me lo he cruzado un par de veces de camino a casa. En fin, cosas...y yo con la imagen de un hombre colgado de un árbol en mi cabeza me fui a trabajar un poco decepcionada con la especia humana que parecemos que vamos no sé en qué dirección, pero ni siquiera me atreverí a adecir que para atrás. Vamos hacia ningún lado. Y así, entre pensamiento y pensamiento, se me pasó la jornada laboral bajo rayos de sol que no tiene piedad y chaparrones de los que no se salva nadie. Para que os hagáis una idea, es como si trabajáramos en medio del monte alejados de los caminos, así que para volver al coche tenemos que volver al camino principal. Pues ahí estábamos todos felices camino de casa cuando nos cruzamos asi sin más, a 3 policías y dos militares, que medio nos miraron, saludaron con la cabeza y siguieron camino arriba. En fin, como ya os escríbi, aquí los piratas viven en medio de la selva (donde nosotros trabajamos....ejem ejem...) y seguimos bajando como quien mejor nos vamos de aqui...y unos metros más abajo, venían dos policías con una mujer que parecía estar en shock o haciendo el parípé más grande que yo he visto en mi vida. Pero hay caras que no se pueden fingir, a esa mujer le había pasado algo. Pero no parecía herida. Estos policías al menos se pararon un segundo a mirarnos la cara y pedirnos documentación. Y aquí empezó un poco el circo, porque casi acabamos en el calabozo. No os lo contaré todo en detalle porque en realidad ni me resulta agradable pensarlo. Resulta que los primeros militares con los que nos habíamos cruzado iban detrás de un "criminal" que se había escapado de la única carcel que hay en la isla, que se llama La Misère, y está a dos kilómetros de uno de nuestros sitios de muestreo. En realidad no entiendo mucho a las fuerzas del orden de esta isla, porque hacen todo como 3 horas tarde...el criminal en cuestión había echado a correr hacía dos horas...en ese tiempo le habría tiempo a recorrer media isla y estar muy bien escondido. Tampoco es que sea dificil esconderse en medio de toda la maraña de palmeras, lianas y árboles. En fin, ellos se deben sentir mejor pensando que lo van a encontrar. Los siguientes policias que nos encontramos y los cuales nos pusieron al corriente de la situación, acompañaban a una mujer que había sido victima de un crimen. Unas tres horas antes esa mujer (según la versión policial), junto con otra, bajaban por un camino hacia la parada de autobús y tuvieron la mala suerte de cruzarse en el camino de un listillo que había conseguido salir de la prisión. De alguna manera que yo no pude cuadrar muy bien...les quiso robar y tuvieron un forcejeo en el que el resultado final fue que el criminal degolló a una de las chicas. Sí, tal cual lo estáis leyendo, cogío su machete y le cortó el cuello. Los detalles nos los ahorramos. El hombre echó a correr a la selva, justo a unos 200 metros de donde yo estaba sentadita en mi roca alucinando con los geckos comiendo el nectar de las palmeras...y la mujer que sobrevivó, la que estaba con los policías, en estado de shock total. Hay varias cosas que no cuadran. Primero, nosotros estabamo muy muy cerca y no escuchamos nada, y esto no es Vigo que con el tráfico no escuchas, aquí alguien grita y creedme que a unos 5kms eres hasta capaz de decir con precisión de dónde vino el grito. Luego está el tema de que no se suele robar a los criollos, ellos apenas tienen nada, se robay ataca a los turistas...y por último...las malas lenguas dicen que fue un crimen pasional, cuernos e infidelidades y la esposa acabó muerta (esposa que era la mejor amiga de la superviviente). Seychelles culebrón. En un principio nos dejaban ir como si nada. Subimos al coche, yo pensando que mi inglés era malo y no estaba entendiendo la situación...y resultó que había entendido perfectamente todo. Y sea la versión que sea...se le cortó el cuello a una mujer en el mismo sitio en el que yo trabajo y seguramente por menos de 30 euros. Nos fuimos y al rato, en plan película Hollywoodiense, el coche de la policía nos dio el alto y nos mandó a comisaría. A alguien se le encendió la bombillita y se dieron cuenta de que éramos los únicos posibles testigos, además de considerar a uno de nuestros guías como sospechosos principal (no os podeís imaginar la que tuvo que liar mi jefe para que no lo encarcelaran. Si al a mujer le da por decir que nuestro Gabri fue el criminal, nuestro Gabri se va pa chirona de por vida.). Tras una laaaaaaaaaaaarga espera nos dejaron marchar a casa. Yo no sé si es que de verdad estoy fatal de la cabeza o me empiezo a acostumbrar a que cada día me cuenten una historia parecida...pero no siento miedo, siento tristeza. Me paso el día viendo cosas hermosas, milagros, la perfección materializada en flores, insectos, aves...incluso personas que hacen grandes cosas y que me recuerdan que hay corazónes que no entienden de límites ni fronteras, mucho menos de muros o prohibiciones y luego, plaf, asi sin más, otros le quitan la vida a alguien porque no tenia 20 euros para darte y dejarás sin poder vivir el resto de su vida a quien lo vivió y sobrevivió, pero jamás lo olvidará. Ayer estaba sentada conversando en la isla del Edén, tomando un zumito, el único que nos permitimos a la semana, en un acogedor lugar, con musica en directo, terracita en el muelle, todo el mar turquesa al rededor y los tremendos barcos que están normalmente atracados, cuando de repente ví algo magestuoso salir del agua: una manta, una manta enorme y preciosa salío del agua medio metro, durante unos tres segundos y luego desapareció. Creo que estuve en silencio quince minutos para digerirlo. Y hacerme callar a mí...ese mismo día por la mañana, anunciaron en la radio que en Anse Mjor, un lugar muy bonito no muy lejos de nuestra casa, que tiene un sendero increíble todo a lo largo de la costa, había aparecido un esqueleto humano, y la noticia no era esa, la noticia era que el cuerpo llevaba un móvil en el bolsillo y podía "estudiar a lo csi las llamadas realizadas  antes de su muerte. En fín, queríais conocer las Seychelles, pues bienvenidos al paraíso. Por supuesto que cuando empiece a digerir todo esto os empezaré a poner fotos preciosas de sitios de ensueño, y todas ellas lejos de la humanidad. Pero necesito conocer un poco más de los sitios para daros toda la información posible. Ahora mismo me preocupa un poco más pensar en cómo voy a reaccionar si un día me toca la lotería y en vez de suceder a doscientos metros de mi parcela, con quién se toma el criminal es conmigo. Y yo sí que no llevo dinero al trabajo...en fin. Da igual que la naturaleza sea sobrecogedora aquí, si las personas que viven en ella no tienen corazon y han perdido la cabeza, este será un sitio horrible. Por suerte hay buena gente.

2 comentarios: